jueves, 15 de noviembre de 2018

El Senado argentino aprobó austero presupuesto pactado con el FMI

BUENOS AIRES.- El Senado argentino aprobó anoche un austero presupuesto para 2019 en busca del equilibrio fiscal que le asegure al país el auxilio financiero de 56.000 millones de dólares pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

El respaldo político al plan de ajuste que impulsa el gobierno de Mauricio Macri se produce semanas antes de que Argentina albergue la cumbre de líderes del G-20.
"Es algo que nos propusimos una mayoría de los argentinos que entendimos que tenemos que empezar a ser responsables, serios, que no podemos seguir viviendo por arriba de nuestras posibilidades", aseveró Macri este jueves, al felicitarse por el apoyo obtenido.
La votación fue de 45 senadores a favor, 24 en contra y una abstención, al cabo de más de doce horas de debate mientras en los alrededores manifestantes repudiaron los recortes en salud, educación, vivienda, obra pública, cultura y subsidios.
Aunque la alianza oficialista Cambiemos (centro-derecha) no cuenta con mayoría en el parlamento, el gobierno obtuvo el apoyo clave de un sector del Partido Justicialista (oposición peronista).
El presupuesto "es de ajuste en el marco de una crisis que voló todo por el aire, votar en contra sería una muy mala señal a nivel internacional", justificó en su discurso Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque justicialista. 
De hecho, el FMI consideró este jueves la aprobación del presupuesto como "un paso muy positivo", que "muestra un claro compromiso por parte de las autoridades argentinas y un espectro más amplio de fuerzas políticas para fortalecer las políticas económicas del país", según su portavoz Gerry Rice.
La expresidenta de centro-izquierda Cristina Kirchner, actual senadora y una de las principales opositoras, sostuvo que el presupuesto para 2019 es "en realidad una planilla diseñada para cumplir con el déficit cero" al que se comprometió el gobierno ante el FMI.
"No se sale de la recesión ajustando el gasto público, porque lo que vamos a hacer es profundizar el sufrimiento de la sociedad argentina", aseveró Kirchner.
En la calle, Ana María de Jesús, de 67 años, una de las manifestantes, se lamentó al decir que "el pueblo está en contra de este presupuesto, estuvo en contra de pedir préstamos al FMI, pero hay oídos sordos".
El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, admitió que "esto nunca se había hecho en Argentina sin que caiga el gobierno, un ajuste fiscal de esta magnitud".
"Mas allá de recurrir a impuestos transitorios, no recurrimos a controles de capitales, cepos, confiscaciones ni represión financiera", detalló el ministro.
El presupuesto que regirá en 2019, último año de gobierno de Macri, contempla el recorte de gastos por unos 400.000 millones de pesos (unos 10.000 millones de dólares) respecto del año anterior.
Busca bajar a cero el déficit fiscal primario, que en 2017 cerró en 3,9% del PIB y que para 2018 se proyectó en 2,7%.
Para ello se reducirán gastos equivalentes a 1,5% del Producto Interno Bruto y se aumentará la recaudación en cerca de 1,2% del PIB.
Está en línea con el acuerdo alcanzado con el FMI a cambio de un auxilio de 56.000 millones de dólares.
"En el corto plazo, el programa fiscal tiene efecto inequívocamente contractivo sobre la demanda agregada, la actividad económica y el empleo", explicó el economista Héctor Rubini, de la Universidad del Salvador de Buenos Aires.
Argentina acudió al FMI en medio de una corrida cambiaria que comenzó en abril depreció el peso 50% a lo largo del año, con una inflación estimada por encima de 40% para el cierre de 2018.
Para estabilizar la moneda, el Banco Central estableció desde octubre un sistema de bandas de fluctuación y mantener la base monetaria constante hasta junio de 2019. Desde entonces el peso argentino se revalorizó un 10% frente al dólar.
"La desaceleración de la inflación requiere una política monetaria restrictiva, pero para que sea efectiva exige una reducción de la velocidad de aumento de tarifas públicas, precios regulados y salarios", advirtió Rubini.
El nuevo presupuesto se aprobó dos días después de que la calificadora de riesgo S&P rebajara la nota de la deuda argentina de B+ a B.
Sin embargo, la agencia Moody's consideró este jueves que la aprobación del presupuesto "es clave para mantener el apoyo continuo del FMI, lo cual es positivo para el perfil crediticio del país ya que permitirá a Argentina cubrir sus necesidades de financiamiento para 2018 y 2019, a pesar de tener un limitado acceso a los mercados".
El FMI estima que la economía argentina se contraerá 1,6% este año y 2,6% en 2019.

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