martes, 27 de febrero de 2018

Powell apunta a más alzas de tipos dada la "solidez" económica en EE.UU.


WASHINGTON.- El panorama económico de Estados Unidos es sólido y los aumentos graduales de las tasas de interés lo mantendrán en ese camino, dijo el martes el nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ante el Congreso.

Powell dijo que la inflación es baja por factores temporales pero subirá este año y se acercará a la meta de 2% al tiempo que también se acelerarán los aumentos de salarios.
En su primer testimonio semestral ante el Congreso, dijo que las perspectivas económicas de Estados Unidos siguen siendo "fuertes" y que " nuevos aumentos en las tasas federales de interés permitirán alcanzar mejor los dos objetivos" de la entidad, que son el pleno empleo y una inflación estable.
El índice inflación preferido por la Fed subió solo 1,5% en 2017 quedando entonces por debajo de la meta. Sin embargo Powell repitió que eso se debió a "influencias transitorias que esperamos no se repitan".
La Fed subió las tasas de interés en diciembre e indicó que en 2018 haría tres alzas más. Sin embargo, los salarios subieron mucho en enero y se generó el temor a que la Fed apresurase el endurecimiento monetario como forma de contener la inflación.
Muchos economistas esperan ahora que en 2018 haya cuatro aumentos de tasas y que el primero se disponga a finales del mes próximo.
Powell no dio señales sobre la cantidad de aumentos que espera. Ante los congresistas se mostró optimista y señaló que "el viento en contra que padeció la economía de Estados Unidos en años anteriores ahora se convirtió en viento a favor".
En especial, señaló que con los recortes de impuestos aprobados en diciembre por el Congreso "la política fiscal se ha tornado más estimulante" mientras que la demanda por exportaciones estadounidenses se fortaleció "debido al sólido crecimiento económico de nuestros socios comerciales" lo cual impulsa al sector manufacturero.
"En este ambiente, anticipamos que la inflación a 12 meses subirá este año" y alcanzará la meta de 2% a mediano plazo, dijo. "Los salarios también subirán a mayor ritmo", añadió.
También destacó el "optimismo" de las empresas y las sólidas ventas, factores que podrían estimular las inversiones y conducir a una mayor productividad.
La débil mejora de la productividad ha mantenido bajos a los salarios.
Sobre las tasas de interés dijo que la Fed "seguirá buscando un equilibrio entre evitar el recalentamiento de la economía y tener (...) una inflación de 2%".
La decisión final dependerá de los datos económicos.
Aunque la Fed se embarcó en el aumento de las tasas y reducción de los activos que atesora desde la crisis para sostener a la economía, las condiciones financieras siguen siendo acomodaticias, dijo.
La recuperación de la economía ha soportado un fuerte crecimiento del empleo, con un promedio de 179.000 puestos de trabajos creados por mes en la segunda mitad de 2017. La tasa de desocupación es de 4,1%, la más baja en 17 años y podría decirse que Estados Unidos esta casi en el objetivo del pleno empleo
La cantidad de personas en la fuerza laboral se ha mantenido estable, lo cual, dijo Powell, es "un signo de la fortaleza del mercado de trabajo" en momentos en que se está jubilando la generación del "baby boom": los nacidos entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y mediados de los 60.
Powell elogió a su antecesora Janet Yellen, a quien relevó a comienzos de este mes. Destacó su habilidad en el manejo de la política monetaria y dijo que trabajó con ella para garantizar la "continuidad" de esa política.

Las descomunales promesas electorales en Italia

ROMA.- La campaña para las elecciones legislativas del 4 de marzo en Italia ha estado marcada por las descomunales promesas electorales de los candidatos, que según los cálculos dejarían al país endeudado durante décadas.

Casi todos proponen la creación de nuevos puestos de trabajo, reducir impuestos, cambiar el sistema de jubilación, un salario mínimo garantizado para todos, subsidios y ayudas para ancianos, todos programas que serían muy costosos para el Estado.
¿Pero cuánto cuestan las promesas electorales y cómo cubrirlas?
Las promesas del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) liderado por Matteo Renzi, son las menos costosas: 35.000 millones de euros según el partido, 38.600 millones de euros según el Observatorio para las Cuentas Públicas italianas de la Universidad Cattolica y 56.400 millones según el economista Roberto Perotti, de la Universidad Bocconi en Milán.
Para la formación antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E, populista) aplicar su programa, que pide una renta básica de ciudadanía, costará 78.500 millones según los cálculos del partido, 103.400 millones según el Observatorio y 108.000 millones según Perotti.
Para realizar las propuestas de la coalición de derecha liderada por Silvio Berlusconi la cifra es bastante elevada ya que parte de un mínimo de 136.200 millones según el Observatorio y 171.000 millones según Perotti.
El economista de la prestigiosa Bocconi reconoce que las propuestas de por ejemplo la xenófoba Liga Norte, aliada de Berlusconi, de eliminar la actual ley de jubilación, resultan prácticamente irrealizables pero "sirven para conquistar votos".
"Es obvio que no las podrán cumplir", sostiene el economista.
Para el experto de Oxford Economics, Nicola Nobile, se trata también de promesas "poco realistas o innecesarias".
Entre las promesas más emblemáticas de la derecha está el impuesto único, el llamado Flat Tax, que reemplazaría el sistema progresivo actual. Se trataría de una reducción de la carga tributaria que podría costar unos 40.000 millones de euros al Estado, según cálculos de la prensa especializada. 
Para Perotti el costo ronda los 65.000 millones de euros.
Lo que más preocupa es el impacto que tales medidas podrían tener sobre la deuda pública. "Si solo aplicáramos un tercio de lo prometido, Italia no respetaría la obligación de mantenerse en el umbral del 3% de déficit sobre el PIB", explica Perotti.
Italia actualmente se encuentra en el 2,5% y sería suficiente gastar 8.000 millones de euros más para llegar al 3%", recuerda el experto.
"Si con el impuesto fijo pierde 65.000 millones de euros y calcula recuperar ese dinero con el crecimiento del PBI, ese PIB debería ser del 9%, algo impensable por el momento", afirma Perotti.
A excepción de la Liga, todos los partidos se han comprometido a respetar el umbral del 3% exigido por la Unión Europea.
Jack Allen, analista de Capital Economics, considera que la política de recorte de gastos no llegaría a cubrir las cifras necesarias.
La deuda de Italia, que representa el 131,6% de su PIB, es la más alta de Europa después de la de Grecia y según los analistas va a llegar en cuatro años al 134.8% con el programa del PD, a 135,8% con FI y 138,4% con M5E.

Draghi, gé­lido con Guindos / Carlos Segovia *

La relación entre el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el que será su vicepresidente en la recta final de su mandato, Luis de Guindos, no va a ser fácil. El italiano habló con el ministro muy amablemente en privado cuando éste fue nombrado por el Eurogrupo, pero se cuida muy mucho de elogiarlo en público.

De hecho, ayer se produjo la primera fricción. El italiano no hizo la más mínima mención a la cualificación de Guindos para ser vicepresidente del BCE y, al contrario, dejó claro implícitamente que no le parece bien que un ministro del Eurogrupo desembarque en su institución por aquello de que debe ser independiente del poder político.

Aprovechó una pregunta de la socialista francesa Pervenche Berès en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo sobre el aterrizaje del español en Fráncfort para proclamar que "la independencia del BCE está asegurada en el tratado y que será protegida por el tratado más allá de cualquier perfil personal". En vez de decir que conoce a Guindos y que está seguro de que defenderá la independencia del banco, soltó ese argumento defensivo.

Su frialdad coincide con la actitud del Gobierno italiano, que fue el último en dar su visto bueno al nombramiento del español. Es un reflejo del malestar que existe en la cúpula del BCE con la candidatura de Guindos, como ya publicó este diario durante la reunión de Davos el pasado enero. 

En la trastienda está que Draghi maneja el comité ejecutivo del BCE a su antojo ante la falta de vocales con personalidad. Ni el actual vicepresidente, el portugués Vitor Constancio, ni miembros como el belga Peter Praet o el francés Benoît Coeuré tosen al italiano. Guindos, de fuerte personalidad, sí puede replicar a Draghi en el último año de mandato de éste.

El ministro español ya apuntó durante su discurso ante la misma instancia parlamentaria que lo que él podía aportar al BCE es "visión de conjunto", como si Draghi y el resto de tecnócratas del comité ejecutivo carecieran de ella. Guindos argumentó que la política monetaria del BCE "no es todopoderosa" y remarcó que no habría tenido éxito si los ministros del Eurogrupo no hubieran diseñado la Unión Económica y Monetaria.

El español también se revolvió cuando el eurodiputado Ernest Urtasun le sacó el tema de la independencia del BCE. Dijo que defenderla no estaba reservada a Draghi y compañía, sino a todos los europeístas que creen en ella, ya sean eurodiputados o ministros. 

Una de las grandes paradojas del nombramiento de Guindos es que la izquierda española, con tal de atacarlo, dice ahora que los políticos no deben ir al BCE, cuando es lo que han defendido tradicionalmente como bien recuerdan estos días los ex ministros socialistas José Borrell o Valeriano Gómez. 

También tiene su ironía para ex ministros del PP como Elvira Rodríguez que Guindos defienda pasar del Gobierno a órganos reguladores cuando fue reacio en el caso de ella en la CNMV.

Pero el problema de Guindos no es el Parlamento Europeo. Tampoco la opinión del BCE que, aunque no será entusiasta, no le será negativa. Además, no es vinculante. Lo importante es su función futura en Fráncfort y su capacidad de adaptación. Draghi mostró ayer que no se lo va a poner fácil.


(*) Periodista español



El Parlamento Europeo somete a Guindos a un examen de terciopelo

BRUSELAS.- La esperada y temida comparecencia de Luis de Guindos ante la comisión de Economía del Parlamento Europeo como candidato a la vicepresidencia del Banco Central Europeo se ha convertido este lunes en un examen de terciopelo. Los principales grupos parlamentarios (populares, socialistas y liberales) han mostrado escaso interés en polemizar sobre el nombramiento del actual ministro español de Economía para uno de los puestos más preciados de la zona euro, según revela hoy Cinco Días.

La audiencia, que arrancó con una hora de retraso por causas ajenas al ministro, se ha desarrollado sin grandes tensiones a pesar de que Guindos llegaba precedido por una polémica sobre su idoneidad para el cargo dada su condición de ministro en ejercicio y el escaso equilibrio de género en la cúpula del BCE.
Guindos se ha defendido con facilidad de los suaves ataques de los europarlamentarios contra sus dos presuntos talones de Aquiles. Lejos de ocultar su condición de ministro se ha declarado "muy orgulloso de pertenecer al gobierno español de Mariano Rajoy" y ha reivindicado su gestión "para convertir una situación de crisis y profunda recesión en una historia de recuperación, crecimiento y creación de empleo". Y sobre el equilibrio de género ha esgrimido su propio reparto de responsabilidades. "De ocho altos cargos del Ministerio de Economía, seis están ocupados por mujeres. Y no solo por una cuestión de equidad, sino también de eficiencia", ha señalado.
La suavidad de las formas durante la sesión parecía inevitable tras la decisión de los socialistas españoles de cambiar su rechazo a la candidatura de Guindos por una abstención, que se materializará este martes en el voto en la comisión de Economía del Parlamento. Sin los ataques procedentes del PSOE, las críticas a Guindos quedaban reducidas a los grupos más de izquierdas, tan previsibles como minoritarias.
El eurodiputado socialista, Jonás Fernández, lamentó que "esta candidatura no haya podido ser una candidatura de país", en alusión a la ausencia de consultas del Gobierno con la oposición antes de elegir al aspirante. Pero evitó ahondar en las críticas y se decantó por preguntas técnicas sobre política monetaria.
El tenor del examen ya quedó de manifiesto durante la comparecencia ante la misma Comisión del Parlamento del presidente del BCE, Mario Draghi. El italiano apenas fue cuestionado sobre el potencial impacto de la llegada a Fráncfort de un vicepresidente recién salido de un Gobierno. "La independencia del BCE está consagrada en el Tratado de la UE y está protegida más allá del perfil de un candidato", zanjó Draghi la cuestión.
Guindo señaló que dejará el Gobierno "la próxima semana como muy tarde", tal y como ha anunciado Rajoy. Y el todavía ministro aseguró que "soy un firme defensor de la independencia de los bancos centrales".
Tras la audiencia de 65 minutos, la Comisión de Economía votará este martes un informe cuyo borrador dictamina, todavía entre corchetes, "una opinión [favorable/negativa] a la recomendación del Consejo de nombrar a Luis de Guindos como vicepresidente del BCE". El dictamen no es vinculante, pero un rechazo podría socavar la capacidad de influencia de Guindos en el nuevo organismo. Sin embargo, dado el talante de las intervenciones de este lunes, todo indica que Guindos puede recibir el aval de la Comisión.
La misma Comisión parlamentaria celebró el pasado 14 de febrero una audiencia extraoficial y a puerta cerrada con Guindos y Philip Lane, el otro aspirante al cargo. Aquella sesión fue mucho más dura y se saldó con una declaración que consideraba al irlandés como mejor candidato que el español. Pero se trataba de un trámite ajeno al procedimiento que en el borrador de declaración que se vota este martes ni siquiera se menciona.
El siguiente paso será un dictamen del BCE, que se hará público el próximo 8 de marzo y que se espera favorable. El pleno del Parlamento Europeo votará el 14 de marzo el veredicto de la Comisión de Economía. Y la cumbre europea del 22 y 23 de marzo oficializará el nombramiento de Guindos, que asumirá la vicepresidencia del BCE el próximo 1 de junio, con un mandato no renovable de ocho años.

El riesgo de subidas en la FED y el BCE se mantiene intacto / Luis Alcaide *

Las bolsas de va­lores con Wall Streat man­te­niendo la ini­cia­tiva se están re­cu­pe­rando de sucaída de prin­cipio de año. Las ventas ma­sivas de tí­tulos se han de­te­nido a la vez que los tipos de in­terés de las obli­ga­cio­nes, así como el dó­lar, mo­de­raban sus subidas. En efecto, los ren­di­mientos de los bonos del Tesoro nor­te­ame­ri­cano han fre­nado su avance y la apre­cia­ción del dólar ha per­dido im­pulso frente a las prin­ci­pales mo­ne­das. 


Los recientes comunicados de la Reserva Federal y el BCE no fijan fechas de cuando pondrán fin a sus compras de deuda. Un respiro para las bolsas, pero la posibilidad de un recorte de las políticas monetarias cuantitativas no han desaparecido del horizonte.

Los operadores, por su parte, como señala Robin Wiggleworth, cuentan con una poderosa arma defensiva: la recompras de títulos. Las recompras han sido un factor determinante para mantener elevadas las cotizaciones de las acciones. Desde 2010 las compañías estadounidenses han recomprado títulos por un valor de 3,5 billones (trillons) de dólares.

Además añadiendo los dos billones de dólares pagados en dividendos “el reparto total que han recibido los accionistas – afirma R. Wiggleworth – supera a las facilidades de liquidez acordadas por la Reserva Federal mediante sus políticas monetarias cuantitativas”. Las recompras se han reducido a principios de año pero han remontado en febrero aprovechando quizá la caída de las cotizaciones.

Buenas noticias por otro lado para las bolsas por la recuperación de la economía global, la europea y la estadounidense incluidas. Además en este último caso las facilidades fiscales del presidente Trump proporcionarán, al menos a corto plazo, estímulos adicionales gracias al recorte de impuestos para las compañías y sus accionistas.

La repatriación de beneficios de los capitales off shore, con independencia de que puedan traducirse en alzas salariales, si van a ser un poderoso estimulo para reavivar las recompras de acciones o el reparto de dividendos.

Cisco, es un caso paradigmático. El gigante tecnológico (45 mil millones de dólares de ingresos en 2017) ha anunciado – cito al Financial Times – planes para aplicar 25 mil millones de dólares de los 71 mil millones que mantiene en sus cajas en el exterior a la recompra de sus propios títulos.

El dinero inteligente vía la recompra de acciones con el añadido de la reducción en el impuesto de sociedades en los EEUU ha sido un sólido soporte del índice S&P 500 Buyback (incluye a 100 compañías que recompran una gran parte de sus acciones) que ha superado incluso el comportamiento alcista de las bolsas de valores.

La gran incógnita es si ese comportamiento egoísta acabará teniendo una contrapartida positiva en la economía real: más inversiones, más productividad, más consumo. El “dinero” nunca ha sido particularmente generoso con sus conciudadanos, así se quejaba Keynes después de un viaje a la Unión Soviética cuando alertaba a la plutocracia inglesa de los peligros de una revolución si la distribución de la renta mantenía su escandalosa desigualdad.

El crecimiento de la economía mundial y el proprio déficit del Estados Unidos van a reclamar más fondos prestables para financiarse. Tarde o temprano se encarecerá el coste del dinero. Los emisores de deudas tendrán que ofrecer contrapartidas más elevadas y a los operadores en bolsa les será más onerosa su intervención en los mercados.

Dificultades en suma para el Smart Money: menos facilidades para las recompras, endurecimiento de las políticas monetarias y también la aparición, en Alemania el sindicato metalúrgico ya ha planteado sus exigentes reivindicaciones, de significativas subidas salariales y mejora en las condiciones de trabajo. Keynes sigue vigilante.



(*) Economista del Estado en España

La Eurocámara vota a favor del nombramiento de Guindos como vicepresidente del BCE

BRUSELAS.- La comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo ha emitido este martes un dictamen favorable sobre el nombramiento del ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, como nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).


"(El Parlamento Europeo) emite una opinión favorable sobre la recomendación del Consejo para nombrar a Luis de Guindos como vicepresidente del BCE", señala el dictamen preliminar, que todavía debe recibir el visto bueno del pleno de la Eurocámara votará en la sesión que se celebrará del 12 al 15 de marzo.
En concreto, el dictamen, cuya votación ha sido secreta, ha recibido 27 votos a favor, 13 abstenciones y 14 en contra en la comisión europarlamentaria.
Además, los eurodiputados han incluido en el dictamen un párrafo en el que piden a los Estados miembros comenzar un proceso de diálogo para "mejorar" el proceso de nombramiento de nuevos miembros del Comité Ejecutivo del BCE.
"Dado que el Parlamento Europeo expresa preocupaciones sobre el equilibrio de género, el procedimiento de selección, el momento del nombramiento y la independencia política, solicita al Consejo que inicie un diálogo con el Parlamento sobre cómo mejorar proceso para los nombramientos", reclama el documento
La opinión del Parlamento Europeo, no obstante, es consultiva y no vinculante, al igual que el dictamen que emitirá el propio BCE el próximo 8 de marzo. El último paso lo darán los líderes europeos, que confirmarán el nombramiento en la cumbre del 22 de marzo.

La justicia europea excluye al Sáhara Occidental del acuerdo pesquero UE-Marruecos

LUXEMBURGO.- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha dictaminado este martes que el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos es "válido" porque no es aplicable al Sáhara Occidental ni a las aguas adyacentes a este territorio, algo que sería contrario al principio de libre determinación recogido en el Derecho internacional.

La sentencia del tribunal con sede en Luxemburgo se ha pronunciado por tanto en sentido contrario con respecto a las conclusiones previas del abogado general, que concluyó en enero que el protocolo no era válido por aplicarse en el territorio del Sáhara Occidental.
El caso fue elevado a la Justicia Europea por el Tribunal Supremo de Reino Unido ante la denuncia presentada por la Organización Western Sahara Campaing (WSC).
En la sentencia emitida este martes, el TUE se declara en primer lugar competente para analizar si los acuerdos internacionales suscritos por la UE son compatibles con los Tratados y con las normas de Derecho internacional que vinculen a la UE.
En segundo lugar, el tribunal estima que incluir el territorio del Sáhara Occidental en el ámbito de aplicación del acuerdo quebrantaría determinadas normas del Derecho internacional, en especial el principio de libre determinación.
Posteriormente, el dictamen subraya que el acuerdo únicamente es aplicable a las aguas bajo soberanía o jurisdicción de Marruecos, que están limitadas a las adyacentes a su territorio y comprendidas en su mar territorial o su zona económica exclusiva.
Por tanto, la Justicia europea declara que, dado que el territorio del Sáhara Occidental no forma parte del Reino de Marruecos, las aguas adyacentes al Sáhara Occidental "no están comprendidas en la zona de pesca marroquí".
Tras estas consideraciones, el TUE declara que el acuerdo sobre la celebración y aplicación del acuerdo de pesca UE-Marruecos y el protocolo que lo acompaña son "válidos" porque no se aplican a las aguas adyacentes al territorio del Sáhara Occidental.
El protocolo de pesca entre la UE y Rabat entró en vigor en febrero de 2007 por un periodo de cuatro años y ha sido renovado en dos ocasiones, la última en 2013. Los gobiernos de la UE dieron la semana pasada 'luz verde' a iniciar las negociaciones con Marruecos para renovar el acuerdo actual, que expira el 14 de julio de este año.
El acuerdo permite el acceso a aguas marroquíes a unas 120 embarcaciones comunitarias de once países de la UE y España es el Estado miembro más beneficiado. A cambio, el bloque comunitario paga a Rabat 30 millones de euros al año: 16 millones por el acceso a las aguas y 14 millones para apoyar el sector pesquero marroquí.