MONTEVIDEO.- El gobierno uruguayo
defendió el lunes a capa y espada la cuestionada iniciativa para
instalar una nueva megaplanta de celulosa de la finlandesa UPM y
ratificó que se va a concretar de cualquier forma junto al mayor
proyecto ferroviario del país para apuntalarlo.
"Todas las
tratativas (con la empresa finlandesa) están muy bien encaminadas en
tiempo y forma" y se está en la etapa final para iniciar el mayor
proyecto de inversión privada en la historia de Uruguay, de unos 5.000
millones de dólares, dijo el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, a
periodistas en Pueblo Centenario, en el departamento de Durazno
(centro).
"Desde mi punto de vista, se va a hacer" sostuvo Vázquez
sobre esta planta prevista sobre el Río Negro (centro), la segunda de
esta empresa y la tercera de gran porte en el país, aunque también el
proyecto más cuestionado desde que la izquierda asumió el poder en
Uruguay en 2005.
Rechazando cuestionamientos y denuncias de
impacto ambiental, Vázquez defendió firmemente el proyecto frente a un
hombre integrante de un grupo que se manifestaba fuera en contra y que
le increpó por defenderla: "UPM sí se va a instalar en la zona", le
dijo.
Vázquez destacó que la UPM 2 va a generar "muchas fuente de
trabajo para los uruguayos, ingresos de divisas y todo lo colateral para
el país...sobre todo en la infraestructura".
Además, el
denominado Ferrocarril Central -una exigencia del grupo finlandés para
instalar su segunda planta- "se va a construir sí o sí, se instale UPM o
no se instale UPM", expresó Vázquez, quien acotó que la obra se
iniciará apenas el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apruebe el
cierre financiero, previsto para marzo.
De su lado, el ministro de
Economía Danilo Astori destacó que la planta "va a convertir a Uruguay
en el quinto productor y exportador de celulosa del mundo y generará
miles de nuevos puestos de trabajo".
Astori garantizó que es
"inminente" el inicio de las obras del Ferrocarril Central y que las
criticadas exoneraciones otorgadas a UPM son proporcionales al tamaño
del proyecto.
Según la presentación pública que hizo el gobierno
tiempo atrás, UPM 2 generaría unos 8.000 puestos de empleos directos e
indirectos sumando la planta y toda la cadena alterna al emprendimiento.
Además, se desarrollá ampliamente la red logística por nuevas
carreteras y la red ferrorviaria encabezada por el tren Central. Esto
derivaría en 1.000 millones de dólares en exportaciones.
Pero la
megaobra encuentra firmes resistencias de organizaciones sociales y
ambientalistas, que le reclaman al gobierno anular o renegociar el
contrato, criticado por las importantes exoneraciones fiscales que
implicaría.
Además, se destaca que habrá un severo impacto ambiental con énfasis en recursos hídricos, principalmente en el Río Negro.
Vázquez
destacó sin embargo, que "tenemos una muy buena experiencia" con la
actividad de las plantas de celulosa. "Hubo muchas alarmas previamente,
pero pasaron 12 años y no ha sucedido nada", expresó.
La primera planta de la UPM (entonces Botnia) en el país
fue instalada en 2007 sobre el río Uruguay que le separa en su costa
oeste de Argentina. Esta obra le valió un serio conflicto con grupos
ambientalistas y con el país vecino incluso en tribunales
internacionales.
Según UPM, esa planta ya instalada en Uruguay
generó 7.000 puestos de trabajo con un total de 4 millones de m3 de
cosecha de madera y aporte de 1,4% del PBI local.
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