VLADIVOSTOK.- El líder norcoreano, Kim
Jong Un, acusó a Estados Unidos de actuar con "mala fe" en sus últimas
negociaciones, durante su primera cumbre con el presidente ruso,
Vladimir Putin, informó hoy la prensa estatal de Pyongyang.
Este
primer encuentro entre Putin y Kim, en Vladivostok, el Extremo Oriente
ruso, representaba una oportunidad para el líder norcoreano, en busca de
apoyos, de reavivar "los vínculos históricos" con Moscú y alcanzar "una
relación más estable y más sólida".
Pero la madrugada del viernes la agencia estatal
norcoreana publicó las declaraciones realizadas por el dirigente
norcoreano ante su par ruso, mostrando un tono ofensivo respecto a
Estados Unidos, a pesar de la espectacular distensión lograda en sus
relaciones en los últimos meses, matizadas no obstante por el sonado
fiasco en Hanói.
"La situación de la península de Corea y su región está estancada y en un punto crítico", declaró Kim según la agencia KCNA.
Kim
dijo a Putin que la paz y la seguridad en la península de Corea
dependen totalmente de la actitud de Estados Unidos y que su país "se
preparará para cualquier situación posible", también según KCNA.
Kim advirtió también que la situación "podría volver a su
estado original, ya que Estados Unidos adoptó una postura unilateral de
mala fe en la segunda cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos", en
febrero en la capital de Vietnam.
En
Hanói, durante la segunda cumbre entre Trump y Kim después de la de
junio de 2018 en Singapur, Corea del Norte intentó conseguir una
reducción de las sanciones internacionales aplicadas para obligarla a
renunciar a sus armas atómicas. Pero las discusiones terminaron antes de
lo previsto debido a los profundos desacuerdos con Washington, sobre
todo por las concesiones que Pyongyang estaba dispuesta a hacer.
La semana pasada,
Pyongyang alzó el tono y lanzó un ataque de una violencia poco vista
contra Mike Pompeo, pidiendo que el secretario de Estado estadounidense
no participe más en las negociaciones sobre la cuestión nuclear.
"Va
a ser agitado. Va a ser difícil", reaccionó Pompeo en la televisión
estadounidense CBS el miércoles, mostrándose prudente sobre la
continuación de las conversaciones.
Pero las cosas fueron más sencillas entre Kim y Putin el
jueves en Vladivostok. "Estoy contento con el resultado: Kim Jong Un es
alguien bastante abierto, dispuesto a hablar de todo", afirmó Putin ante
la prensa al final de la reunión, la primera a este nivel desde la de
2011 entre el entonces presidente Dmitri Medvedev y Kim Jong Il.
El
líder norcoreano, quien calificó el encuentro de Vladivostok de
"abierto y amistoso", invitó a Putin a visitarlo en su país "en el
momento oportuno" y la "invitación fue aceptada de buen grado", señaló
KCNA.
Recibido por Putin con una poco habitual puntualidad y un
largo apretón de manos, Kim pasó en total cinco horas con el presidente
ruso: dos horas de reunión cara a cara seguidas de conversaciones entre
delegaciones y luego una cena.
A
pesar de sus repetidas invitaciones a Kim, Rusia se mantuvo hasta ahora
marginada de la espectacular distensión observada en la península de
Corea desde principios de 2018.
Pero dos meses después
del fiasco de Hanói, el líder norcoreano buscaba apoyos en su pulseada
con Washington y una cierto reequilibrio de sus relaciones entre China,
su principal aliado, y Rusia, tradicional aliado durante la Guerra Fría.
Fue la Unión Soviética la que puso en el poder a su abuelo y fundador
de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Il Sung.
Tras
la reunión en la isla de Russki, Putin afirmó que era favorable como
Estados Unidos a una "desnuclearización total" y juzgó "posible" una
solución, bajo la condición de ofrecer a Corea del Norte "garantías
sobre su seguridad y la preservación de su soberanía".
"Necesitamos [...] volver al estado en el que el derecho
internacional, y no la ley del más fuerte, determina la situación en el
mundo", señaló.
Putin dijo que discutiría con Washington sobre lo
hablado con Kim. "Aquí no hay secretos, no hay conspiraciones. El propio
presidente Kim nos pidió informar al lado estadounidense sobre nuestra
posición", precisó.
Moscú defiende un diálogo con Pyongyang sobre la base de una hoja de
ruta definida por China y Rusia, país que ya solicitó la retirada de las
sanciones internacionales, en tanto que Estados Unidos la acusó de
ayudar a Corea del Norte a sortearlas.
Después de años de aumento
de la tensión debido a los programas nuclear y balístico de Pyongyang,
Kim se reunió en cuatro ocasiones desde marzo de 2018 con el presidente
chino, Xi Jinping, tres con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y dos
con Trump.
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