EDIMBURGO.- Escocia comenzará a preparar un referéndum de independencia para
antes de mayo de 2021 sin permiso de Londres, dijo el miércoles la
primera ministra Nicola Sturgeon.
Escocia, parte de Reino Unido
durante más de 300 años, rechazó su independencia por 10 puntos
porcentuales en un referéndum realizado en 2014. Pero las diferencias
sobre el Brexit han tensado las relaciones con Londres.
“La
elección entre Brexit y un futuro para Escocia como una nación
independiente europea debe ser ofrecida durante la duración de este
Parlamento”, dijo Sturgeon a los parlamentarios escoceses.
La
primera ministra aseguró que antes de que acabe 2019 se elaborará un
proyecto de ley y que Escocia no necesita el permiso de Londres en esta
fase.
Sin embargo, la aprobación de Londres sería eventualmente
necesaria para “poner más allá de la duda o desafiar nuestra capacidad
de aplicar el proyecto de ley a un referéndum de independencia”, afirmó.
Reino Unido aprobó con un 52 por ciento de los votos abandonar
la Unión Europea en 2016, pero mientras que Gales e Inglaterra votaron a
favor de la separación, Escocia e Irlanda del Norte optaron por
mantenerse dentro del bloque.
Con
la mayoría de escoceses descontentos con el Brexit, Sturgeon está bajo
presión de los independentistas para ofrecer un camino claro hacia el
futuro en la búsqueda para abandonar Reino Unido.
Londres está sumido en un caos político y aún no está claro cuándo abandonará la UE, o si incluso lo terminará haciendo.
Cinco años después
Hace solo cinco años del
referéndum en que los escoceses decidieron no independizarse del Reino
Unido pero, apoyándose en el descontento creado por el Brexit, los
nacionalistas que gobiernan la región intentarán volver a organizar una
consulta antes de 2021.
Así lo anunció hoy la jefa del
ejecutivo regional, Nicola Sturgeon, dos semanas después de que la Unión
Europea tuviese que dar un nuevo aplazamiento a Londres para intentar
solucionar el caos político en torno a su salida del bloque, que debía
haberse hecho efectiva el 29 de marzo pero sigue sin avanzar.
"Hemos hecho todo lo posible para contribuir a evitar la
crisis del Brexit para el conjunto de Reino Unido", afirmó la líder
independentista ante su Parlamento regional.
Pero "el sistema de
gobierno de Westminster simplemente no sirve a los intereses de Escocia"
y los términos actuales de la descentralización del poder son
"totalmente inadecuados" para una región que aspira a mayor
autogobierno, agregó.
Por eso motivo, "puedo confirmar que el
gobierno escocés actuará para garantizar que se avance en dar a los
ciudadanos la posibilidad de elegir sobre su independencia en esta
legislatura", que expira en mayo de 2021, subrayó.
Escocia votó a favor de
permanecer dentro del Reino Unido en un referéndum en 2014 en que la
unión se impuso por 55% contra 45% de votos a favor de la independencia.
Uno
de los argumentos utilizados entonces por el poder de Londres para
convencer a los escoceses de rechazar la separación fue el riesgo de
tener que salir de la Unión Europea.
Por lo que ahora, el proceso que debe sacar a Escocia de
la UE junto al resto del país pese a que sus habitantes votaron muy
mayoritariamente (62% frente a un 48% a nivel nacional) por permanecer
en ella en el referéndum sobre el Brexit de 2016, volvió a dar fuerzas a
los defensores de una nueva consulta.
"Creo que los argumentos a
favor de la independencia son ahora más sólidos que nunca", dijo
Sturgeon, líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP).
Por eso,
"en breve introduciremos la legislación pertinente para establecer las
reglas de todo referéndum actual o futuro como competencia del
Parlamento escocés", explicó, precisando que la cámara regional no
necesitaría "una trasferencia de poderes" del Parlamento británico para
aprobar dicha ley aunque sí en última instancia para convocar una
consulta.
En noviembre, Sturgeon
había pedido "pragmatismo" y "paciencia" a quienes en el seno del SNP
tenían prisa por lanzar una nueva consulta, que necesitaría la
aprobación del parlamento británico y que, según los sondeos, no tienen
la certeza de ganar.
A diferencia del gobierno británico del
conservador David Cameron que permitió el referéndum soberanista hace
cinco años, el ejecutivo de su sucesora Theresa May es totalmente
contrario a volver a abrir la caja de Pandora.
"Como hemos dejado
claro en repetidas ocasiones, Escocia ya tuvo un referéndum de
independencia en 2014 y (...) esto debe ser respetado, nuestra posición
no ha cambiado", afirmó en Londres un portavoz de Downing Street.
E
insistió en que "la constitución de Reino Unido está reservada al
Parlamento británico", "el poder de celebrar referendos soberanistas
debe permanecer en manos del gobierno de Reino Unido y cualquier
referéndum necesita el acuerdo conjunto" de los ejecutivos de Londres e
Edimburgo.
Pero Sturgeon, que cuenta con el apoyo de una mayoría
independentista en la cámara regional, está casi segura de que la
legislación que propone sea aprobada sin problemas antes de finales de
2019.
Y espera que el Brexit, "una amenaza para nuestra
prosperidad futura", haga crecer el apoyo popular por una Escocia
independiente.
"Las
consecuencias del Brexit para Escocia son estas: una economía menor, un
crecimiento del empleo restringido, menos gente, horizontes más
estrechos, y mayor presión en nuestra capacidad para financiar los
servicios públicos", aseguró sentando las bases de una campaña que no
hace más que comenzar.
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