TOKIO.- El Banco de Japón (BoJ) inicio este
miércoles su reunión mensual de dos días en la que se espera que el
impacto global y la incertidumbre generadas por la tensión comercial
entre Estados Unidos y China sea el eje central de sus deliberaciones.
El
gobernador del banco central japonés, Haruhiko Kuroda, señaló en una
intervención parlamentaria el martes que el BoJ desarrollará su política
teniendo en cuenta el impacto de la volatilidad en las economías
extranjeras en las perspectivas económicas y de precio del país, con
especial atención a EEUU, China y el "brexit" británico.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que
las tasas actuales y potenciales entre Washington y Pekín podrían
reducir el producto interior bruto (PIB) mundial en un 0,5 % en 2020.
El
BoJ también espera la conclusión hoy de la reunión mensual de la
Reserva Federal estadounidense (Fed) para atisbar cualquier pista sobre
posibles recortes de tipos de interés en aquel país.
Los
analistas consideran que el banco central japonés optará por mantener
su política monetaria de tipos de interés ultra bajos y compra masiva de
activos para evaluar su influencia en los mercados y la economía
doméstica, después de asegurar en su informe de abril que continuará con
las medidas al menos hasta la primavera de 2020.
Manteniendo
su política de ultraflexiblización monetaria, el BoJ aspira a lograr su
esquivo objetivo de situar la inflación en el 2% "lo antes posible",
aunque ya ha reconocido que lograrlo "llevará tiempo", ante la situación
económica global y nacional, con la subida del IVA del 8% al 10 %
prevista para el 1 de octubre.
Kuroda ha señalado, no
obstante, que la entidad podría considerar "medidas adicionales de
estímulo" si el ritmo de avance de los precios no alcanzara el nivel
deseado por el BoJ.
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