TOKIO.- El Banco de Japón (BoJ) decidió este
jueves mantener su política monetaria ultraflexible para apuntalar la
economía en un momento de creciente incertidumbre sobre el panorama
mundial por la disputa comercial entre Estados Unidos y China y el
"brexit".
La junta de política monetaria del BoJ
decidió al término de su reunión mensual de dos días, por mayoría de 7
votos a favor y 2 en contra, mantener los tipos a corto plazo al -0,1 % y
su cuantioso programa de compra de bonos estatales "de una manera
flexible" para mantener su rendimiento a largo plazo en torno al 0 %.
La entidad seguirá así con la adquisición de bonos a 10
años por valor de unos 80 billones de yenes anuales (660.000 millones de
euros), y con la compra de fondos cotizados e inmobiliarios para que su
cartera engorde a un ritmo anual de 6 billones y 90.000 millones de
yenes (55.800 y 836 millones de euros), respectivamente.
Manteniendo
su política de ultraflexiblización monetaria, el BoJ aspira a lograr su
esquivo objetivo de situar la inflación en el 2 % lo antes posible,
aunque ya ha reconocido que lograrlo llevará tiempo, ante la situación
económica global y nacional, con la subida del IVA del 8 % al 10 %
prevista para el 1 de octubre.
Pese a ello, el BoJ
considera que la economía japonesa "seguirá la tendencia de expansión
moderada" y que el crecimiento del índice de precios al consumo (IPC),
que fue del 0,8 % en 2018, "se incrementará gradualmente" hacia su
esquiva meta del 2 %.
La entidad volvió a señalar a la
tensión comercial entre EE.UU. y China, las políticas proteccionistas
de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, y las
negociaciones sobre el "brexit" como los principales riesgos globales
vigentes.
"Se prevé que el riesgo a la baja relativo a
las economías extranjeras sea significativo, y también es necesario
estar atentos a su impacto sobre el sentimiento de las empresas y los
hogares de Japón", señaló la entidad en el informe publicado tras la
reunión.
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