LISBOA.- El tipo de estímulos que lanzaría el Banco Central
Europeo (BCE) en caso de que no se cumpla la meta de elevar la inflación
en la eurozona ha marcado este miércoles el cierre de la gran cita
anual que el organismo celebra en Sintra, Portugal.
Tras la bomba lanzada este martes por el presidente del organismo, Mario
Draghi, quien avanzó que actuarían si la inflación no llega a casi el
% ansiado por el BCE, las especulaciones sobre qué mecanismo concreto
podrían activar han eclipsado los debates de la cita.
Compra de deuda o bajada de tipos de interés, las
opciones mencionadas el martes por Draghi, han dado hoy paso a un
"amplio abanico" de posibilidades esbozado por el vicepresidente del
BCE, Luis de Guindos.
"Subastas de liquidez",
"reinversión de los vencimientos de nuestros balances" y el "alivio
cuantitativo" han sido algunos de los instrumentos enumerados por
Guindos en una entrevista con la cadena estadounidense CNBC, en la que
ha sugerido una "combinación de medidas".
"Puede ser
una combinación de medidas que podrían lanzar la señal, no solo la señal
sino la determinación de que el Consejo del Gobierno (del BCE) está
dispuesto a reaccionar", sostuvo el español.
La prioridad, en cualquier caso, es "la estabilidad de precios".
"Es clave, es nuestro mandato y, si vemos que las expectativas de inflación comienzan a decaer, actuaremos", apostilló Guindos.
El BCE ha cerrado filas en torno a Draghi tras la arremetida del
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien este martes, tras
conocer la posibilidad de nuevos estímulos, tachó de "injusta" la
actitud del organismo.
"Draghi acaba de anunciar que
vendrán más estímulos, lo cual de inmediato devaluó el euro en relación
con el dólar, haciendo más fácil para ellos (los europeos) la
competencia contra EEUU. Se han salido con la suya con esto durante
años, junto con China y otros", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Unas palabras que han sido respondidas de forma velada este miércoles
por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker,
invitado para hablar sobre los veinte años de la moneda única.
Y lo hizo repitiendo el calificativo de "injusto" que eligió Trump.
"Es injusto atacar la independencia de los bancos centrales", afirmó
Juncker, quien además ha elogiado a Draghi por su papel en la crisis del
euro del verano de 2012, cuando el italiano dijo que había que hacer
"lo que sea" para salvar la divisa.
"Déjame decir lo agradecido que estoy de que estuvieras allí", le ha dicho hoy Juncker a Draghi.
Al margen de este respaldo, el presidente de la CE repasó los problemas
de los últimos años, como las turbulencias que experimentaron Grecia,
Portugal y España, y elogió las reglas presupuestarias europeas, porque
tienen un impacto positivo y pueden llegar a ser flexibles.
"Piensen en España y Portugal hace tres años. Si hubiésemos tenido una
aproximación rígida a las reglas presupuestarias y aplicado sanciones
financieras prematuramente, estos países no tendrían un crecimiento tan
robusto y no serían capaces de corregir sus cuentas públicas", señaló.
"Digo esto porque a veces recibimos muchas críticas", apostilló, antes
de recordar que no es la Comisión la que decide sobre "vigilancia
financiera".
Tras su repaso a los problemas de los
últimos años, Juncker instó a no "esperar a la próxima crisis" para
"hacer lo que sabemos que es necesario".
Con todo, la
sexta edición del foro de Sintra que echa el cierre hoy ha estado
centrada casi exclusivamente en la posibilidad de nuevos estímulos, que
serán debatidos por el Consejo del Gobierno del BCE en las próximas
semanas.
Por el momento quedan los repuntes de este
martes en las principales bolsas europeas y en Wall Street, la bajada
del euro en la negociación europea del mercado de divisas y la reducción
a mínimos históricos de rentabilidad de los bonos de todos los países
de la eurozona, salvo Italia.
Tanto movimiento que
Draghi eligió un escuetísimo cierre para la cita, limitándose a anunciar
que el próximo foro de Sintra se celebrará del 28 de junio al 1 julio
de 2020.
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