WASHINGTON.- A
tres días de su reunión con su homólogo Xi Jinping, un enérgico
presidente Donald Trump advirtió el miércoles sobre un aumento de la
guerra comercial al decir que está pronto para gravar a todos los bienes
chinos aún no castigados por aranceles estadounidenses.
Los
mercados están ansiosos por ese encuentro del sábado entre Trump y Xi
pues esperan que allane el camino hacia una resolución del pleito entre
las dos mayores economías mundiales.
Trump
no se preocupó por calmar esa ansiedad de inversores, economistas y
gobiernos de todo el mundo y volvió a mostrar disposición a seguir
aplicando mano dura.
"La
economía de China se está viniendo abajo, quieren hacer un acuerdo",
dijo Trump en una entrevista con Fox Business News a solo unas horas de
viajar a la Cumbre del G20 en Japón y mantener su reunión bilateral con
Xi.
Trump
ya impuso aranceles a bienes chinos importados por 200.000 millones de
dólares para forzar a Pekin a respetar los derechos de propiedad
intelectual y terminar con prácticas comerciales que considera
desleales.
Pekín
ha respondido con un progresivo aumento de los aranceles a productos
estadounidenses, que cubren desde junio casi 110.000 millones de dólares
sobre un total de 120.000 millones de importaciones.
Este
miércoles, Trump indicó firmemente que está listo a aplicar aranceles a
todo el resto de lo importado de China, lo que equivale a más de
300.000 millones de dólares.
"Tu
tienes otros 325.000 millones de dolares que no has gravado", explicó
al periodista que lo entrevistaba en Fox, y agregó: "Estamos prontos
para gravarlos, para aplicarles aranceles".
A su juicio, China es quien sufre todo el perjuicio.
"Lo
que está ocurriendo, es que la gente está saliendo de China. Las
compañías se están yendo de China. Por cierto que muchas están volviendo
a Estados Unidos porque no quieren pagar aranceles", dijo.
Trump indicó que podría reducir a 10% la tasa arancelaria de 25% con la que había amenazado para los restantes bienes chinos.
Washington y Pekín habían dicho estar cerca de un acuerdo antes de que las negociaciones se rompieran en mayo.
"Estábamos
casi un 90% en el camino", declaró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a
la cadena CNBC. Mnuchin dijo desear el encuentro entre Trump y Xi pero
afirmó no habrá un acuerdo por el mero hecho de hacer un acuerdo.
"El mensaje que queremos oir es que quieren volver a la mesa de nogociación", dijo Mnuchin.
La
agresiva actitud de Trump para reescribir las reglas del juego
comercial con China es parte de su política de enmendar un sistema que
considera orquestado contra Estados Unidos.
"Casi todos los países del mundo se aprovechan tremendamente de Estados Unidos. Es increíble", afirmó.
Trump apuntó contra otros socios comerciales como Vietnam, Alemania y Japón.
Vietnam es "aún peor" que China en lo que hace a prácticas comerciales desleales, dijo.
"Lo
mismo Alemania, que paga a Rusia miles y miles de millones de dólares
por energía", señaló. "¡De manera que ellos le dan a Rusia miles de
millones de dólares cuando se supone que nosotros protegemos a
Alemania!", bramó.
Trump
también cargó contra Japón, su mayor aliado en Asia y del cual Estados
Unidos ha sido su paraguas militar desde que lo derrotó en la Segunda
Guerra Mundial.
"Si
Japón es atacado, pelearemos la Tercera Guerra Mundial. Iremos y los
protegeremos con nuestras vidas y con nuestro Tesoro", dijo. "Pero si
nosotros somos atacados, Japón no nos ayudará. Lo verán en un televisor
Sony", añadió.
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