WASHINGTON.- El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propulsó la robusta
economía de Estados Unidos, pero su anuncio de tasar un 25% la
importación de todos producto mexicano amenaza con minar el crecimiento y
perjudicar industrias estadounidenses clave, advierten analistas.
Trump
anunció estos aranceles el jueves por la noche, que comenzarían en un
5% el 10 de junio y luego aumentarían rápidamente, una medida de presión
para que el gobierno mexicano frene el flujo de migrantes de
Centroamérica que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
"Si
se mantienen, las tarifas reducirían el crecimiento del PIB de EEUU al
menos 0,7 (puntos porcentuales) en 2020 y probablemente empujarían a
México a una recesión", vaticinó Gregory Daco, de la especializada
Oxford Economics.
"Es
importante destacar que las interrupciones masivas de la cadena de
distribución, las condiciones financieras significativamente más
estrictas y la confianza deprimida del sector privado amplificarían el
choque directo de los aranceles y aumentarían las probabilidades de una
desaceleración (económica) en Estados Unidos", estimó.
El
principal diplomático de México para América del Norte reaccionó
ofuscado tras el anuncio de tarifas y describió la medida como
"desastrosa", prometiendo responder "enérgicamente".
"Si
se lleva a cabo esta amenaza, sería extremadamente grave", dijo Jesús
Seade, subsecretario para asuntos de América del Norte del Ministerio de
Relaciones Exteriores de México.
Las
medidas también podrían hacer descarrilar los esfuerzos para promulgar
el T-MEC, el nuevo pacto de libre comercio entre Estados Unidos, México y
Canadá.
El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se mostró más
moderado y dijo en una conferencia de prensa a primera hora de la mañana
del viernes que mexicanos y estadounidenses están a favor del libre
comercio y que el anuncio de Trump del jueves no modificará los planes
de su país para ratificar el T-MEC.
"Esto
no detiene el proceso que ya se inició para ratificar el tratado.
Nosotros vamos a continuar. Desde luego, es un asunto que corresponde al
Senado", dijo López Obrador.
Obrador
sostuvo que México está dispuesto a escuchar a Washington, pero dijo
que su gobierno ya está trabajando para detener la marea de inmigración,
que Trump ha etiquetado repetidamente como una crisis y una invasión.
Estados
Unidos importa más de 350.000 millones de dólares en bienes desde
México, incluyendo 128.000 millones en automóviles, autopartes y
motores, claves para el mercado automotor integrado de América del
Norte, que ya enfrenta desafíos y despidos masivos.
Deutsche
Bank Securities estimó en un análisis que la medida de Trump "podría
paralizar la industria y causar una gran incertidumbre", así como
producir un golpe financiero que debilitaría a los productores
estadounidenses contra sus competidores extranjeros.
La Business Roundtable instó por su parte a Trump a reconsiderar la medida.
"Imponer
aranceles unilaterales a las importaciones mexicanas sería un grave
error", advirtió el grupo compuesto por directivos de la principales
corporaciones estadounidense en una declaración, señalando que esto
"crearía una perturbación económica significativa".
Trump
recurre a los poderes de emergencia nacional para imponer
unilateralmente las tarifas, bajo el argumento de una crisis migratoria,
aunque el viernes, en un mensaje en su cuenta de Twitter, afirmó que
las tarifas ayudarían a restaurar la industria automotriz
estadounidense.
"Para
no pagar los aranceles, si comienzan a subir, las empresas abandonarán
México, que se ha llevado el 30% de nuestra industria automotriz, y
volverán a Estados Unidos", consideró.
"México
se ha aprovechado de Estados Unidos durante décadas", subrayó Trump,
quien aseguró que levantará los aranceles si México toma medidas
efectivas contra la inmigración ilegal.
Las
represalias de México podrían causar más daños a los agricultores
estadounidenses, ya golpeados por la guerra comercial de Trump con
China, así como las inundaciones y el clima húmedo.
AccuWeather
predijo el viernes que la cosecha de maíz en Estados Unidos caería un
9% en comparación con 2018, mientras que la soja disminuiría un 4%.
La
Casa Blanca anunció la semana pasada un paquete de ayuda de 16.000
millones para los agricultores, luego de una asistencia 12.000 millones
en 2018 para ayudar a compensar las represalias comerciales adoptadas
por Pekín contra las medidas de Trump.
Dave
Salmonsen, un especialista en política comercial de la American Farm
Bureau Federation, señaló que México "es un gran mercado para nosotros" y
que los aranceles pueden golpear tanto a consumidores como a
agricultores.
"La
comida fresca cruza la frontera todos los días, por lo que las
consecuencias sobre las frutas y verduras frescas serían bastante
inmediatas", dijo, destacando especialmente el impacto en los
tomates, aguacates y otras frutas de temporada.
"También todas las distintas cervezas y tequila", acotó.
Y
si México toma represalias, eso dañaría además al maíz y la soja, dijo,
para luego señalar que México es ahora el segundo mercado más grande
para la agricultura y la alimentación de Estados Unidos debido a la
guerra comercial con China.
Irónicamente,
el impacto en la economía de Estados Unidos podría traer algo que Trump
ha estado exigiendo a la Reserva Federal (Fed, Banco Central): un
recorte de la tasa de interés.
Si
bien la autoridad monetaria de estadounidense ha dicho que será
paciente mientras evalúa los datos económicos entrantes, los mercados
financieros han aumentado considerablemente los pronósticos de que
bajarán las tasas este año.