WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed) aprobó este
jueves los planes de dividendos y recompra de acciones de 18 de los
grandes bancos de EE.UU. dentro de los test de resistencia que lleva a
cabo anualmente el banco central, aunque exigió al suizo Credit Suisse
que aborde algunas debilidades de planificación de capital.
"Las
pruebas de estrés han confirmado que los bancos más grandes están bien
capitalizados y dan alta prioridad a las prácticas de planificación de
capital sólidas", apuntó el vicepresidente de supervisión de la Fed,
Randal Quarles, en un informe del banco central.
El directivo consideró que los resultados de estos
exámenes demuestran que los bancos y el sistema financiero
estadounidense "son resistentes en tiempos normales y bajo estrés".
En
la edición de este año únicamente se analizaron la mitad de las
entidades bancarias puestas a prueba en 2018, después de que la Fed
revisara sus procesos analíticos por las quejas recibidas por parte de
la industria.
El banco central estadounidense decidió
entonces que los bancos con activos en el país de entre 100.000 y
200.000 millones de dólares tomaran estos exámenes cada dos años.
En
total, solo cinco entidades extranjeras tuvieron que pasar los exámenes
de este año: el alemán Deutsche Bank, los suizos Credit Suisse Group y
UBS Group, el británico Barclays y el canadiense TD Bank.
Las
18 entidades bancarias, incluyendo JP Morgan y Bank of America, ya
superaron con éxito los test de estrés cuantitativos la semana pasada.
Uno
de los bancos que mayores dudas había levantado era la filial
estadounidense del alemán Deutsche Bank, después de que la Fed la
incluyera en su lista de "bancos con problemas" y advirtiera de su
viabilidad financiera, según el diario The Wall Street Journal.
Sin
embargo, la Fed advirtió en esta ocasión a la filial estadounidense del
suizo Credit Suisse, a cuyos directivos exigió abordar ciertas
debilidades en sus procesos de planificación de capital y presentar un
plan antes del próximo 27 de octubre.
El toque de
atención que recibió hoy el banco suizo es el mismo que la Fed hizo a
Goldman Sachs y Morgan Stanley el año pasado, aunque no significa que
ninguna de las tres entidades haya suspendido los exámenes.
"En
resumen, prácticamente todas las compañías ahora están cumpliendo con
las expectativas de planificación de capital de la Reserva Federal, lo
cual es una mejora con respecto a la evaluación del año pasado", destacó
la junta de la Fed.
De hecho, el banco central
subrayó que los bancos analizados han aumentado "significativamente" su
capital desde la primera ronda de pruebas de estrés en 2009.
De
este modo, se confirma la buena salud del sistema financiero
estadounidense, ya que la semana pasada todos los grandes bancos
recibieron luz verde por parte de la Fed respecto a los requisitos de
capital y crédito, los considerados exámenes cuantitativos.
Esta
es la octava serie de pruebas de resistencia llevadas a cabo por la
Reserva Federal desde 2009, en pleno estallido de la crisis financiera, y
la quinta requerida por la ley Dodd-Frank, establecida por el Congreso
para vigilar la solidez de los bancos.